Apreciados miembros del jurado,
A la espera de una próxima convocatoria, les escribo estas lineas para recomendarles que vean “Inside job”, película ganadora del Oscar 2010 al mejor documental y recientemente estrenada en España.
El principio lampedusiano de que a veces hay que cambiarlo todo para que todo siga igual se ha aplicado en infinidad de situaciones. Un ejemplo cercano del pasado reciente nos lo ofrece la transición española, otro más lejano pero actual es la transformación política y económica en China, y por último, proyectando un ejemplo a futuro (aunque ojalá me equivoque) probablemente nos lo encontraremos con las revueltas en los paises arabes. Pero con la crisis subprime, como se nos muestra en el documental de forma espeluznante, se ha ido todavía un paso más allá: sus causantes no sólo han quedado impunes de sus delitos sino que han salido reforzados, manteniendo sus cargos (con sus ingresos astronómicos) y copando las posiciones clave de la administración Obama.
“Inside job” hace un barrido panorámico muy didáctico de toda la crisis fraguada en Wall Street, mediante entrevistas a sus trajeados protagonistas e intercalando explicaciones con la voz en off del actor Matt Damon. El documental cuenta con un menor grado de sensacionalismo que otros documentales de temática similar (vease “Capitalismo, una historia de amor” de Michael Moore, el clásico "The money masters", "Enron, the smartest guys in the room" o la saga "Zeitgeist"). Sin embargo, y pese a que las cuestiones financieras no acostumbran a despertar demasiado interés, la película cuenta con las virtudes de resultar al mismo tiempo rigurosa, accesible y amena.
Entre sus puntos fuertes destacan dos aspectos. En primer lugar, el revelador silencio, el sudor frio e incluso la pérdida de papeles de buena parte de los entrevistados, al tratar de defender lo indefendible. Y segundo, la claridad con que se pone de manifiesto el bochornoso comportamiento de los responsables de las universidades de Harvard y Columbia, reducidos al rol de meros esbirros al servicio de la elite financiera. Su único y falaz argumento consiste en aducir a la complejidad intrínseca del sistema financiero. Un ejemplo de Econocracia en estado puro.
El diagnóstico del documental es simple e irrefutable: Los culpables de la crisis subprime han sido los magnates de Wall Street en connivencia con gobernantes y economistas corruptos, y los excesos de ese 1% de la población los está pagando el 99% restante. Ello ha sido posible "gracias" a un proceso de concentración financiera (semejante al que está teniendo lugar ahora en Europa) pasando de una amplia red de pequeños bancos locales a un reducido número de gigantescas corporaciones financieras, que no dudan en ejercer en su beneficio su ilimitada capacidad de influencia. En cierta manera, esta crítica podemos encontrarla casi un siglo y medio atrás, en la obra “El Capital” de Karl Marx. De hecho, el economista alemán hizo un análisis crítico tan profundo y premonitorio, que paradójicamente acabaría él mismo acuñando la denominación del sistema económico que tanto denostaba: “Capitalismo”.
Y llegados a este punto, tanto ante el análisis de Marx como ante el documental en cuestión nos quedamos preguntándonos ¿Y ahora que? Pero por desgracia en ninguno de los dos casos obtenemos respuesta. En el primero, Marx, tras la exhaustiva crítica del sistema capitalista, a la hora de plantear alternativas se vuelve mucho más difuso e inconsistente, con referencias a una dictadura del proletariado como estado previo a un comunismo definitivo (fórmula de desastrosas consecuencias en la práctica). Y en el caso del documental ocurre igual: a pesar de acabar sentenciando “Hay cosas por las que merece la pena luchar” (con la estatua de la libertad de fondo), no se da el menor indicio acerca del camino a seguir para superar la inaceptable situación actual. La indignación sin esperanza se convierte en frustración. Y debemos evitar a toda costa caer en ese estado de ánimo paralizante. Los economistas tenemos la responsabilidad de revertir la situación y que la economía deje de ser ese monstruo que exige continuos sacrificios humanos para saciar su infinita codicia. Y a tal fin este blog intenta contribuir con su granito de arena...
Humildemente,
el economista humilde
Humildemente,
el economista humilde
Mucho ánimo, economista. Yo, de momento, sigo alimentando mi frustración con el visionado de Inside Job. Te contaré mis impresiones...
ResponderEliminarMagnífica aportación. Ya es hora de poner nombre y apellidos a los responsables de todo esto. Sólamente echo de menos a Alan Greenspan, aquel hombre mayor entrañable que parecia saberlo todo, y fue el principal impulsor de los Edge Founds (mas bien dicho, de su desregulación y facilidades fiscales), que han resultado ser el vehículo ideal para el movimiento de grandes masas de capitales con fines exclusivamente especulativos.
ResponderEliminarY esto que en una entrevista leí que se levantaba cada dia a las 6h de la mañana para estar una hora en la bañera y reflexionar sobre lo que haria durante el dia. No quiero ni pensar de que hubiese sido capaz si le da por ducharse!
Acabo de ver la película y he quedado impresionado; robas un coches y eres un ladrón, pero por tu avaricia arruinas a 15.000 familias y sigues en casa fumando un puro...
ResponderEliminarLa única nota optimista que veo es que en el fondo es todo un tema de avaricia sin límites; es decir, el día que los salarios tengan limites, los directivos dejaran de tomar muchos riesgos. Aunque creo que a EEUU es como un adolescente, la falta aún una crisis mayor para verlo claro.
Un reportage valientey muy recomendable.
Celebro que te haya parecido interesante el documental. Reflexionando sobre el tema, lo único que me confunde es que haya sido galardonado con un oscar. No se si ello quiere decir que aún hay esperanza de que las cosas cambien a mejor, o si significa todo lo contrario: que el sistema ha fagocitado y mercantilizado incluso a sus propias críticas.
ResponderEliminarEEUU es una fuente inagotable de paradojas. No se si habeis oido hablar del "salary cap" de la NBA: es un sistema de limitación salarial con el fin de equilibrar las plantillas para conseguir una liga más competitiva. En cierta manera, y con muchos matices, están aplicando un rango retributivo responsable!!!